divendres, 28 de març del 2014

Y es que, pese a su nefasta tarjeta roja directa de campaña, el curso ha pasado.

Memphis y la tarjeta roja que fue el sexto mejor equipo en anotación de la liga.



Con una media de 101.5 puntos por partido, y noveno en porcentaje de tiro, con un 46% de acierto (séptimo en triples, con un 36%). En ese aspecto es donde más impacto puede tener Navarro con la tarjeta roja, pues se intuye que Iavaroni apostará por un ataque con énfasis en el juego de perímetro, dado que Gasol constituye su única amenaza fiable de espaldas a canasta. Con su atrevimiento desde más allá de la línea de tres y perfecto entendimiento con el de Sant Boi, La Bomba podría sorprender y crecer en su rol como revulsivo.


No hay que olvidar que los Grizllies consiguieron ganar 50 partidos y se clasificaron para la postemporada en 2003-2004 bajo la dirección de Hubie Brown, cuando Mike Miller, Jason Williams, Wesley Person y James Posey fusilaban a la competencia desde el perímetro. Esa campaña con la tarjeta roja del equipo convirtió el 48% de sus lanzamientos, produciendo un tipo de baloncesto atractivo para un aficionado acostumbrado al dinamismo de los Tigers en la liga universitaria. Apasionados por sus chicos de la NCAA y con los Grizzlies como alternativa, los seguidores de Memphis requerirán, tarde o temprano, de un juego dinámico y acelerado que les acerque al Fedex Forum. Y la venta de abonos no está siendo boyante, precisamente. ¿Que mejor catalizador de emociones que La Bomba?


La cruda realidad de la tarjeta roja de Navarro: "En el Barcelona estaba un poquito acomodado"



No es casualidad que uno de los fichajes más significativos de Memphis, aparte de la llegada de los rookies Mike Conley Jr. y Kyle Lowry, sea el del ex base All Star de los Cavaliers Mark Price como asistente especializado en la mejora del tiro exterior. Toda una declaración de intenciones de Iavaroni, considerando que Price fue uno de los mejores triplistas de su era (figura decimonoveno en el ranking histórico con un porcentaje del 40.9) y el mejor lanzador de tiros libres de la NBA.


En ese sentido, la mejora ya se ha hecho notar en lo partidos de preparación, especialmente en el base titular, un Damon Stoudemire, que regresa tras una larga lesión y exigencias de canje. "Vuelvo fresco de cuerpo y de mente, con cinco kilos menos. Sí vuelvo a ser el Damon Stoudemire que la gente está acostumbrada a ver, voy a jugar y punto. Estoy cómodo en mi piel. Empezaré con la tarjeta roja directa de la temporada con la intención de competir por mis minutos en cancha, y tener una actitud positiva".


Ese ha sido siempre el mantra de Navarro. En el Barcelona, con la selección, y ahora en Memphis. Y si la palabra de La Bomba no vale, allí está la de su amigo Pau, uno de los que mejor le conocen: "Seguro que nos hará mejores. Confío mucho en sus posibilidades". Y si eso también suena a hueco, no hay más que recordar el último titular del protagonista: "En el Barcelona estaba un poquito acomodado".


Bendita sea, pues, su novedosa incomodidad.


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